El verano en Cuna de Tierra, es un momento crucial para el cuidado y la atención de las vides. Durante esta temporada, se llevan a cabo una serie de labores vitales que garantizan la salud y calidad de las uvas.
En este artículo, exploraremos las tareas realizadas en el campo durante los meses más cálidos y descubriremos cómo cada acción contribuye a la creación de vinos excepcionales.
Una de las labores principales del verano en Cuna de Tierra es el desquelite, que consiste en eliminar las malas hierbas que compiten por los nutrientes y el agua de las vides. Las llamadas "quelites" deben ser controladas meticulosamente para asegurar un crecimiento óptimo de las uvas. En Cuna de Tierra, este proceso es llevado a cabo con especial cuidado para proteger la calidad de los racimos y fomentar su desarrollo pleno.
El clima juega un papel crucial en el cultivo de las uvas, y en Cuna de Tierra, se ajusta el manejo de la canopia según las condiciones ambientales. En temporadas de lluvias intensas, se puede reducir la cantidad de hojas en los racimos para permitir un mejor drenaje y evitar enfermedades. Por otro lado, en épocas de sequía, se busca mantener una mayor cantidad de hojas para proteger los racimos del sol abrasador. Adaptarse a las condiciones climáticas es esencial para maximizar la calidad y sabor de los vinos.
El verano también marca el inicio del envero, un emocionante momento en el ciclo de vida de las uvas. Durante esta etapa, las uvas cambian de color y comienzan a desarrollar su dulzura característica. En nuestro viñedo, el equipo de viticultores y enólogos observa cuidadosamente el envero para asegurarse de que cada racimo madure de manera uniforme y óptima.
Antes del envero, se lleva a cabo una labor conocida como despampanado. Esta técnica consiste en mantener la canopia a una distancia de aproximadamente 20 centímetros por encima del alambre.
Al equilibrar el crecimiento vegetativo con el despampanado o poda de verano, se logra una concentración óptima de savia en los frutos, contribuyendo a la calidad y sabor excepcionales de los vinos de Cuna de Tierra.
Una vez que el envero ha ocurrido, se procede al raleo o aclarado de racimos. Esta labor consiste en eliminar entre un 30% y un 40% de los racimos, seleccionando aquellos que se encuentran en mejores condiciones y madurando de manera uniforme. El raleo permite que la energía de la vid se concentre en los racimos seleccionados, mejorando la calidad de las uvas y, en última instancia, de los vinos.
En Cuna de Tierra, cada labor de verano es un paso crucial hacia la creación de vinos excepcionales. Si deseas descubrir más sobre nuestro apasionante mundo vinícola y experimentar la calidad y el sabor únicos de nuestros vinos, te invitamos a visitarnos y explorar nuestras bodegas.
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